La movilidad es sin duda uno de los problemas más graves que
acarrea la ciudad de Bogotá, si acaso el más grave, algunos ambientalistas en
conversaciones anteriores me manifestaban que ese no era el más grave, lo más
peligroso era la contaminación ambiental que se genera, con los vehículos
atascados en la vía. Y estoy en parte de acuerdo con ellos en cuanto se trata
de la defensa del medio ambiente.
He esbozado una tesis sobre la forma de
corregir el problema de movilidad en una forma rápida y ello si, sumando el
esfuerzo de todos los que residimos en la ciudad de Bogotá. He expuesto, esta
tesis en conversatorios que he realizado con sectores políticos, comunidad y
empresarios, han tenido eco en la comunidad y en los empresarios , mas no en
los sectores políticos, que aún se devanan los sesos, entre el metro
subterráneo o aéreo, en las líneas multimodales , en cuanto cuesta el uno o el
otro , en los estudios a realizarse, si estos son de derecha o de izquierda,
que si hay corrupción o si no la hay, en fin se enfrascan en su mundo,
limitando su visión al árbol y no al bosque que tienen enfrente.
El problema de la movilidad tiene que
ver con una circunstancia muy sencilla, la infraestructura de Bogotá en sus
vías y en los servicios públicos de Movilidad, llámese SITP, TransMilenio, vías
férreas, ciclovías, etc.., no está diseñada para soportar la cantidad de
personas que se movilizan por la ciudad para llegar a sus trabajos,
universidades, colegios, realizar sus diligencias personales o simplemente
movilizarse.
A manera de ejemplo, realicemos un
análisis sobre cifras suministradas por La Superintendencia de Puertos y
Transporte. Según estas
cifras, en el año 2018 se movilizaron en TransMilenio 2'293.540 personas día, 82.782 menos
que en el año 2017. Sobre ese particular el burgomaestre actual comento:
“Realmente no es ninguna preocupación que se esté reduciendo el número de
pasajeros en TransMilenio. Por el contrario, yo creo que muchos ciudadanos
estarían contentos si se reduce un poco" Verdad de
perogrullo, señor Alcalde, pero las soluciones que se plantearon en su
administración, no son a corto plazo. Mas aun, la construcción del Metro traerá
un caos inusitado a la Capital del país. El problema surge porque trasportamos a
todas a las personas en los mismos tiempos y ello conlleva la incomodidad y
sobrecupo en el transporte masivo. Lo mismo ocurre en el desplazamiento
vehicular en las vías y en las ciclovías etc.
Bogotá dejo de ser una simple ciudad
para convertirse en una Urbe, construir el Metro, ampliar sus vías o limitar la
circulación por el sistema de pico y placa, no le va a solucionar el problema a
Bogotá en el corto plazo. La solución la tienen sus dirigentes y la comunidad
en general. Mi propuesta va en el sentido de concertar con la ciudadanía, con
los gremios, con la industria, con las entidades prestadoras de servicios, con
la comunidad educativa y con las entidades gubernamentales, la implementación
de horarios diferenciales que permitan que ese caudal que fluye a la misma hora
y que genera las horas picos. Fluya en horas diferentes. A manera de ejemplo
entradas a las horas de trabajo en horas de 6:00 AM, 9:00 Am y 12 M y por
supuesto la salida para ellos en horarios también diferenciales. La idea es
dividir ese total de usuarios de Transmilenio, del SITP, de los taxis de
servicio público y del transporte particular en tres horarios y con ello se
disminuye el caudal que se concentra en las llamadas horas pico. Las grandes
ciudades del mundo, las grandes urbes, funcionan 24 horas al día.
No faltara alguna voz en contra de
esta iniciativa, que promulgara que la comunidad Bogotana no aceptaría turnos
diferenciales o que tendríamos recargos nocturnos en los últimos turnos. A
todos ellos les diría que la contraprestación a ese esfuerzo es calidad de
vida. Menos horas en el tránsito, menos vehículos contaminando, transporte en
los servicios de transMilenio en forma digna y por ultimo las horas de recargo
nocturno se pueden obviar con una legislación especial para nuestra capital en
materia laboral.