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Monday, December 21, 2009

La Reelección, el Referéndum y las cifras de la violencia terrorista.

Según los reportes del Ministerio de Defensa, Colombia registra los siguientes guarismos en cuanto a los delitos conexos con las actividades guerrilleras, terroristas, narcoterroristas, paramilitares, etc. En cifras del ministerio de defensa, el total de secuestros en el año 2000, era de 3572, secuestros extorsivos 2091, casos de secuestros en Retenes Ilegales 76, y víctimas de secuestros en retenes ilegales 362. Del 2000 a la fecha, ha pasado mucha agua debajo del puente, como diríamos en Colombia y sería interesante revisar las cifras actuales de estos delitos conexos con el terrorismo. Datos de Enero a Octubre año 2009. Secuestros 172, secuestros extorsivos 129, casos de secuestros en Retenes Ilegales (0), y víctimas de secuestros en retenes ilegales (0).

Y a veces se preguntan los opositores del gobierno. Por qué el presidente goza de tanto prestigio? Por qué en las encuestas le va tan bien? En un país que lleva 50 años de guerra fratricida, estas cifras estadísticas, son una de las innumerables razones, por la cual Uribe es tan estimado por la mayoría de los colombianos. Para aquellos los que vivimos en la diáspora esta es una razón definitiva. Nosotros a los que los violentos de nuestro país nos llevaron al exilio, al ver como la seguridad vuelve a nuestra tierra y en buena hora de la mano de la seguridad democrática, propugnamos por la reelección de Uribe e instamos a los colombianos que residen en el país a impulsar el referéndum para bien de la patria.

Pero esta, no es la única razón, otra que definitivamente no podemos obviar, es la seguridad que nos inspira a los colombianos el tener un presidente de las calidades de Uribe frente a unos vecinos en la mayoría de las veces incómodos. Unos vecinos embarcados en carreras armamentistas y con serios cuestionamientos en torno a su apoyo a las FARC y al ELN.

Según el decir del presidente Chávez, su obsesión es la paz y por ello pide prepararse para la guerra y argumenta a renglón seguido que no forma parte del militarismo, ni está impulsando una carrera armamentista. Sería bueno para bien de Chávez, que alguien cercano le hiciera saber cómo define la enciclopedia libre Wikipedia el termino Militarismo. “El militarismo es una ideología según la cual la fuerza militar es la fuente de toda la seguridad. En su forma más leve se postula a menudo con argumentos muy variados, para justificar la preparación militar de una sociedad, todos los cuales tienden a asumir que la «paz a través de la fuerza» es la mejor o única forma de conseguir la paz. Su política se resume en el aforismo latino «Si vis pacem, para bellum» («Si quieres la paz, prepárate para la guerra»). El militarismo tiende a ser definido en oposición directa con los movimientos por la paz de los tiempos modernos.” Y Cita posteriormente la enciclopedia los movimientos históricos catalogados como militaristas y en oposición directa a la paz y en esta categoría caen La Alemania Nazi, el Nuevo Imperio Romano de Mussolini, el Iraq bajo Saddam Hussein y yo añadiría la Republica Bolivariana de Chávez.

Contrasta la posición de Chávez con la asumida por nuestro presidente Uribe, Colombia, no está en una carrera armamentista, el armamento que adquiere está destinado fundamentalmente a combatir al terrorismo. En lo que si hemos sido fuertes es en el manejo de la palabra. Solo la diplomacia de palabras suaves y argumentos fuertes del presidente Uribe, ha logrado mantener a raya a un vecino expansionista y en la misma forma restablecer relaciones con la hermana Republica del Ecuador.

Tenemos razones de seguridad interna, de seguridad en las fronteras y también de la forma en que Colombia es vista en el concierto de las naciones, no en vano el Embajador de Estados Unidos en Colombia, Mr. William Brownfield en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, en Washington, puntualizó a propósito de los cuestionamientos que le hiciere el llamado “"gringo de las Farc" en relación a la democracia en Colombia: “Colombia tiene grandes problemas pero le apuesto que si hacemos una encuesta y preguntamos si Colombia es una democracia, el 95 por ciento diría que lo es.” Qué buena lección a algunos de los opositores del gobierno le plantea el Embajador Brownfield.

Somos consientes de los desaciertos del gobierno, no comulgamos y rechazamos los casos en que algunos de los funcionarios y congresistas del gobierno se han visto envueltos por malos manejos. Pero al sopesar la balanza entre los aciertos y los errores, los primeros inclinan en demasía la balanza a favor de la reelección de Uribe. Por ello estoy con el referéndum y con la reelección.

Carlos J Manzano

Wednesday, December 16, 2009

La revolución de los invisibles en Colombia

Richard Pimentel, retraído en su niñez y con limitaciones de sordera a raíz de una misión suicida en la guerra del Vietnam, fue el gran impulsor del Acto de 1990, por medio del cual Estados Unidos legisló que era ilegal el discriminar a alguien por razones de discapacidad; que no existiera discriminación hacia ellos en el trabajo; ni persecuciones por razones de su imposibilidad física y que además se le diera oportunidad de vivir una vida normal dentro de una sociedad que estigmatizaba y apartaba a los discapacitados.

Sus logros con los discapacitados a través de una empresa que fundara y que tenía como objetivo el conseguir empleos para las personas discapacitadas le otorgó el reconocimiento federal y fue contratado para que ideara manuales y entrenara a líderes que capacitaran a los discapacitados. Estuvo por espacio de dos años, tratando de lograr dicho objetivo y solo lo logró cuando entendió que el principal problema de los discapacitados era que la sociedad los ignoraba.

Soy parte de los invisibles colombianos, vivo sus mismas situaciones, sus mismos problemas, las mismas falencias, no tenemos seguridad social, no tenemos protección del gobierno, no tenemos garantías para participar en el juego libre de la democracia. Aun cuando en principio podemos concurrir a las urnas, la verdad es que es una sola enunciación de principios, no tenemos las garantías reales para llegar a las urnas a depositar nuestro voto y decir que somos visibles. Somos ciudadanos de tercera, cuarta o quinta categoría, somos en resumen colombianos que vivimos en el extranjero y por lo tanto por mucho esfuerzo que hagamos para que nos noten, nos ignoran, no existimos para el país.

Las embajadas y Consulados, son posiciones establecidas para representar a Colombia en el extranjero, ante los países del urbe. Entre otras cosas se nombran en estos cargos a aquellas personas a las cuales el gobierno de turno le debe algún favor. Pero su principal misión, como debería ser el servicio para los colombianos, es situación de segunda categoría; legislan para nosotros los invisibles en la misma forma que lo hacen para los que llevan la fortuna de convivir en el territorio patrio, un ejemplo de ello es la situación que tienen hoy los colombianos en relación a su documento de identidad. La cédula de ciudadanía, en Diciembre 31 expira el plazo y cientos de miles de colombianos registrados por las cifras estadísticas quedaran sin status de ciudadanos. De un plumazo, cientos de miles pasaran a la invisibilidad total, si no obtienen su cédula. La explicación, no puede ser, que los colombianos dejamos las cosas para última hora, la razón es que el estado no solamente no se movió en el exterior para buscar que sus connacionales llegaran al proceso de renovación de cédulas. Pero, peor aún, de haber llegado todos, hubiera sido imposible para los heroicos empleados de los consulados el atender a tantos colombianos. Soy testigo de excepción que los consulados estuvieron abarrotados de colombianos buscando su nueva cedulación y continúan aún en ello. Pero es imposible físicamente lograr este propósito, en los plazos y los mecanismos establecidos para ello. Se por demás que existen otros tantos de miles de colombianos en el exterior que ni siquiera saben que serán auténticos parias ante Colombia a partir de Enero del 2010. Estas son algunas de las razones, pero la real es que somos ignorados.

No existimos para el país. No contamos, la pregunta sería: ¿Cómo pueden ignorarnos? Si somos entre el 10 y el 14 por ciento de la población colombiana. Casi seis millones de connacionales. Pero no existimos, la constitución si acaso nos menciona. Para el país solo existe el que vota, el que concurre a las urnas, el que puede ser manoseado por los sectores políticos, como nosotros no somos manoséables, no formamos parte del clientelismo político, no existimos. Y como pueden continuar ignorándonos si nosotros no contribuimos a la hecatombe del país con su violencia; como ignorarnos, si fuimos el segundo renglón del PNB del país por espacio de varios años y hoy a pesar de la recesión somos el tercer renglón. Pero, no solo el gobierno nos ignora, los sectores políticos también lo hacen, por mucho que le expliquemos a nuestras colectividades políticas nuestras razones, no nos entienden. No viven nuestra realidad. El país elige a más de 250 congresistas y nosotros solo tenemos acceso a un representante. ¿Es justa esta distribución? Yo no lo creo, la razón, somos ignorados.

Por ello estoy convocando a los colombianos en el extranjero a la gran revolución para ser visibles. Para no ser más ignorados. Por ello lidero el proceso para lograr que los colombianos en el extranjero seamos visibles en las urnas. Que el país se adecúe a nuestra realidad. Que nos permitan como lo hacen las democracias modernas el inscribirnos y votar por correo, para que las distancias en la cual se mueve la diáspora no sea un impedimento, seamos una realidad electoral y existamos para el país. No seamos más ignorados. Este es solo el principio de nuestro propósito, pues nuestro fin es lograr justicia social colombiana para el casi 14% de su población. Por ello he presentado mi nombre como aspirante a la única curul que existe para nosotros en el Congreso, con el convencimiento que al finalizar el 2014, hayamos legislado para aquellos que no tienen representación y que son ignorados por el país, para los que vivimos en el extranjero. Para los que buscamos ser visibles como colombianos.